27, agosto, 2025

La tecnología y la empatía se unen para crear una red de seguridad contra la ludopatía

La adicción al juego, o ludopatía, es un fenómeno complejo que desafía la simple noción de autocontrol. Si bien los jugadores a menudo reconocen su problema, tienen dificultades para controlarlo.

La desconexión entre la conciencia y la acción es la principal barrera para la autogestión efectiva. Como señaló ante iProfesional Francesco Rodano, director de juego sostenible de Playtech, una Playtech, una compañía de desarrollo de software de juegos de azar, “la adicción implica mecanismos psicológicos complejos que superan la toma de decisiones racional”.

La falta de acceso a herramientas de intervención en el momento más crítico y la naturaleza adictiva del juego comprometen la capacidad de los individuos para aplicar estrategias de autorregulación.

En este contexto, las herramientas tecnológicas no son solo un complemento, sino un pilar fundamental para la prevención del daño, creando un ecosistema de seguridad que combina la eficiencia de las máquinas con la empatía del ser humano.

Barrera individual: la desconexión entre conciencia y acción

La investigación de Playtech, que tomó datos de 3 mil personas de la Argentina, Brasil, Perú, Chile y Colombia, revela que, si bien el 93% de los jugadores en América latina se considera a sí mismo un apostador responsable, la realidad es que muchos enfrentan una barrera psicológica para la autogestión.

La conciencia de un problema no se traduce automáticamente en la capacidad de superarlo. “Muchas veces, los jugadores no tienen acceso inmediato a herramientas de intervención efectivas en el momento en que más las necesitan”, explicó Rodano.

Esta desconexión es el punto de partida para entender por qué las herramientas tradicionales a menudo fallan y por qué la tecnología se vuelve indispensable. La adicción no es una elección consciente, sino un estado psicológico que requiere de apoyo externo, y es ahí donde la IA y otras herramientas pueden actuar como un salvavidas.

Límites automáticos: del subutilizado al inteligente

Durante mucho tiempo, los límites automáticos de depósito, tiempo o pérdidas fueron la principal herramienta tecnológica para el juego responsable. Sin embargo, su eficacia fue limitada. Según Rodano, estos mecanismos están “subutilizados y carecen de la sofisticación necesaria para apoyar eficazmente a los jugadores en situación de riesgo”.

La investigación de Playtech muestra que un porcentaje muy bajo de usuarios argentinos ha recibido alertas de comportamiento, lo que indica que las herramientas existentes no están siendo utilizadas a su máximo potencial.

La solución no es simplemente hacerlos obligatorios, sino transformarlos en sistemas dinámicos y adaptativos. “Para ser más eficaces, estos mecanismos deberían evolucionar hacia sistemas adaptativos impulsados por inteligencia artificial, que respondan al comportamiento individual en tiempo real”, propuso Rodano.

La evolución de estos límites hacia una implementación impulsada por IA podría reducir significativamente los riesgos, al tiempo que preserva la autonomía del jugador a través de intervenciones personalizadas, evitando la imposición de restricciones generales que podrían ser contraproducentes.

Inteligencia artificial para la detección temprana

Aquí es donde la inteligencia artificial se convierte en una herramienta transformadora. A diferencia de las advertencias genéricas, que a menudo son ignoradas, las intervenciones personalizadas basadas en patrones de comportamiento individuales son hasta 20 veces más efectivas.

Playtech utiliza su plataforma BetBuddy para este fin, la cual, según Rodano, “analiza más de 70 indicadores conductuales en tiempo real, desde patrones de apuestas y comportamiento de recuperación de pérdidas hasta cambios en la frecuencia y duración de las sesiones”.

La IA identifica combinaciones sutiles de patrones que un ser humano podría pasar por alto, creando perfiles de riesgo individuales semanas o incluso meses antes de que se produzca un daño grave.

Esto permite a los operadores sugerir límites de depósito o pausas en el momento más adecuado, basándose en los detonantes específicos de cada individuo. La IA permite pasar de un modelo de detección reactiva a uno de intervención proactiva.

Privacidad y datos: un delicado equilibrio

El uso de IA para la prevención del daño plantea una pregunta fundamental: ¿cómo se equilibra la necesidad de analizar datos con la privacidad del usuario? La respuesta, según Rodano, reside en la aplicación de principios de “privacy-by-design“, anonimizando los datos de los jugadores y utilizando únicamente los patrones de comportamiento necesarios para la detección de riesgos.

Los sistemas deben cumplir con estrictos estándares internacionales como el RGPD. Rodano subrayó la importancia de la transparencia: “Trabajamos con transparencia junto a operadores y organismos reguladores para garantizar que el tratamiento de la información cumpla con los estándares de privacidad más exigentes, al tiempo que permite una protección efectiva del jugador”.

“La clave está en utilizar la mínima cantidad de datos necesarios para lograr el máximo efecto protector“, agregó. Este enfoque garantiza que la tecnología sirva como un escudo de seguridad sin comprometer los derechos fundamentales del usuario.

Avances futuros: del análisis al acompañamiento

Los avances en IA no se detienen en la mera detección. El futuro, en los próximos 5 a 10 años, verá la llegada de modelos aún más sofisticados. Playtech explora el uso de chatbots con IA para intervenciones personalizadas en tiempo real y análisis de sentimientos para detectar señales de angustia emocional en las comunicaciones de los jugadores. Estas herramientas, según Rodano, están “diseñadas para responder en el momento preciso, cuando el apoyo es más necesario”.

Además, la compañía está aplicando “aprendizaje por refuerzo (reinforcement learning) para perfeccionar las estrategias de mensajería a lo largo del tiempo, garantizando que las intervenciones sean cada vez más efectivas con cada interacción”.

A futuro, los modelos integrarán datos conductuales más amplios e información emocional en tiempo real para brindar un apoyo aún más preciso y adaptativo, “acercándonos a un sistema de protección verdaderamente inteligente y sensible”.

Otros mecanismos tecnológicos contra la ludopatía

Más allá de la IA y los límites, el arsenal tecnológico para combatir la ludopatía es amplio. Incluye:

  • Sistemas de autoexclusión: Herramientas sofisticadas que permiten a los jugadores excluirse de múltiples operadores, funcionando como una red de seguridad integral.
  • Recordatorios de sesión y verificaciones de la realidad: Notificaciones inteligentes que se adaptan a los patrones de juego de cada persona, brindando información conductual útil.
  • Herramientas de autoevaluación: Cuestionarios y evaluaciones que ayudan a los jugadores a comprender su propio nivel de riesgo.
  • Acompañamiento automatizado: Sistemas que guían a los jugadores en riesgo hacia los recursos de ayuda adecuados.

La simbiosis entre tecnología y soporte humano

La tecnología no busca reemplazar al apoyo humano, sino potenciarlo. La IA es excelente para la detección temprana y la intervención inmediata en casos que siguen patrones conocidos. Sin embargo, los casos complejos, que requieren empatía y juicio especializado, siguen siendo responsabilidad de los agentes humanos. Rodano lo resumió como una colaboración que crea una “red de seguridad integral que combina la eficiencia tecnológica con el cuidado humano”.

La IA puede derivar a un jugador de alto riesgo directamente a un consejero o a una organización de apoyo, creando una vía de derivación efectiva que conecta la rapidez de la tecnología con la profundidad de la interacción humana. Esta colaboración con proveedores de tratamiento, consejeros en adicciones y organizaciones dedicadas al juego responsable es fundamental para el éxito de cualquier programa de prevención.

Desafíos tecnológicos en la prevención de la ludopatía

A pesar de los avances, existen desafíos. La ludopatía no es un problema estático; los patrones de comportamiento adictivo pueden evolucionar, lo que requiere que las herramientas tecnológicas sean igualmente dinámicas. El desarrollo de modelos que puedan anticipar nuevas tendencias de riesgo es crucial.

Otro desafío es la escalabilidad: asegurar que estas herramientas sofisticadas puedan implementarse de manera efectiva en un mercado global con regulaciones y culturas diversas. La interoperabilidad entre plataformas y operadores es otro obstáculo técnico para superar para crear un sistema verdaderamente unificado.

Ludopatía en juegos sin dinero real

Aunque el enfoque principal de la industria se centra en el juego con dinero real, la ludopatía puede manifestarse en juegos sin apuestas monetarias, como los videojuegos con mecánicas de cajas de botín o micro transacciones.

La tecnología aquí juega un rol similar. Se pueden utilizar algoritmos para detectar patrones de gasto compulsivo o de juego excesivo, y ofrecer intervenciones adaptadas a estos comportamientos.

Las herramientas de autoexclusión y los límites de gasto pueden aplicarse para mitigar el riesgo, demostrando que los principios de juego responsable son aplicables más allá del casino tradicional, en cualquier entorno que pueda generar un comportamiento adictivo. En última instancia, la tecnología está construyendo un futuro donde la prevención no es una respuesta reactiva, sino una medida proactiva, personalizada y, sobre todo, inteligente.

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