23, julio, 2025

El show en el que Ozzy Osbourne mordió un murciélago en pleno escenario

El rock ha intentado desmentir infinidad de mitos, como los pollitos que pisaban los Kiss sobre el escenario. Sin embargo, figuras como Ozzy Osbourne alimentaron algunos motes sobre rockeros, aunque en su caso haya sido por accidente.

Ya solista, estaba en cuero sobre el escenario en Iowa, Estados Unidos. Esa noche regaló 16 temas, con tres de Black Sabbath sobre el final de la lista. Pero también dejó para los libros de curiosidades y excesos del rock una de sus páginas más insólitas: el día que Ozzy mordió un murciélago en pleno escenario.

Desde entonces, la anécdota fue revisitada miles de veces. Este martes, más de 43 años, vuelve desde la memoria por la muerte de Ozzy Osbourne, que falleció a los 76 años.

Ese miércoles 20 de enero de 1982, sin embargo, no fue Ozzy el único protagonista de la historia en el Veterans Memorial Auditorium. También lo fue un joven fan que hizo su parte.

Mark Neal, de 17 años, arrojó al murciélago hacia el escenario. En relatos posteriores, detalló que lo había encontrado muerto dos semanas antes en la puerta de su casa y que decidió guardarlo en el freezer para ofrendárselo a Ozzy.

El cantante lo agarró, lo mordió y le arrancó la cabeza. La boca le quedó manchada de sangre. De inmediato, tuvieron que llevarlo al hospital para recibir vacunas contra la rabia.

La historia, una de las más locas, nació de un error.

“De repente todos estaban aterrorizados”: el relato de Ozzy sobre el episodio con el murciélago

Acorralado por sus adicciones y recientemente despedido de Black Sabbath por su errante comportamiento, Ozzy comenzó en 1980 su carrera solista que deja como legado canciones como “Crazy Train”. Curiosamente, su álbum debut en solitario, “Blizzard of Oz”, superó en ventas a “Heaven and Hell” de Black Sabbath en el Reino Unido.

Cuenta la leyenda que en 1981 mató a dos palomas en una reunión con ejecutivos de la CBS Records en Los Ángeles. “Es mi hobby”, supo responder a modo de broma en entrevistas y posteriormente confirmar que sí lo hizo.

Pero en la gira de “Diary of a Madman”, su leyenda, ilustrada a lo largo de los años con imágenes terroríficas típicas del género musical, se vio alimentada por un equívoco.

Ozzy Osbourne, con el murciélago en la boca.

Entrevistado por David Letterman en marzo de 1982, Ozzy, al ser consultado sobre el episodio del murciélago, primero bromeó al decir que en realidad quería morder la cabeza de un mono. Luego contó que a sus shows iba “un montón de gente rara” y que efectivamente alguien lo tiró al escenario. Y que él creyó que era un juguete.

“Lo levanté, lo mordí, le arranqué la cabeza y de repente todos estaban aterrorizados porque era real”, rememoró dos meses después de la anécdota sangrienta.

Recordó la cantidad de inyecciones y vacunas que debió recibir para evitar contagiarse de rabia y que el dolor de aquello hizo que el recuerdo no fuera divertido. Durante la entrevista, en oposición, bromeó varias veces con el legendario entrevistador sobre morderle el cuello y arrancarle a él la cabeza.

El juguete que sacó Ozzy Osbourne para recordar el episodio con murciélago.

Hubo cuestionamientos de agrupaciones protectoras de animales cuestionando sus supuestas prácticas. En una delgada frontera entre la broma y la verdad, Ozzy respondió: “No mato a nadie en el escenario, sólo a mí”.

En 2019, fiel a su sentido del humor y su capacidad, con su esposa Sharon al lado, encargada de explotar comercialmente su música, su historia y su leyenda, la tienda digital de su sitio web sacó a la venta un murciélago de juguete. El souvenir, publicado por el 37° aniversario del famoso mordisco, venía con cabeza removible.

“¡Hoy se cumple el 37º aniversario desde que le arranqué la cabeza a un maldito murciélago de un mordisco! Celébralo con este peluche conmemorativo con cabeza desmontable”, decía la publicación de aquel 20 de enero.

AGE

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