El Peronismo es un movimiento político histórico en el país que ha sufrido un desgaste en los últimos años, lo que posibilitó el auge de personajes políticos como Macri y Milei. Sin embargo, y pese a los problemas internos, va ganando fuerza nuevamente.
El Peronismo parece estar resurgiendo de las cenizas, pues se han visto algunos indicios en la ciudad de Buenos Aires, pero en los últimos días este resurgimiento se ha hecho notable en una provincia del norte y hasta del centro este nacional.
Los constantes problemas y desafíos a los que se ha visto sometido el partido del pueblo tuvieron su punto cúlmine en las pasadas elecciones presidenciales. Sin embargo, el combinado nacional restante ganó popularidad en los últimos tiempos con la caída de las expectativas del actual gobierno.
La famosa remontada peronista se dio en la provincia de Formosa donde el partido de Gildo Insfran se alzó con más del 67% de los votos. Otra señal de desgaste del gobierno libertario es que el peronismo ganó en la ciudad de Rosario, luego de varias décadas.
Lo cierto es que el gen nacional y popular lentamente va captando adherentes, luego de las nefastas políticas que se han implementado en el país, con apoyo de los Estados Unidos. Hoy, es realmente una incógnita para el partido oficialista de Casa Rosada si la elecciones podrían ser ganadas en su totalidad.
Aunque el arco más conservador de la sociedad en la ciudad de Buenos Aires todavía mantiene interés en que el gobierno de Milei continue en el poder, el pueblo está dando la espalda a un modelo que no ha hecho más que endeudar al país y subir los indicadores de pobreza.
El fin
El Peronismo trajo un modelo de país en le que la gran mayoría se benefició de todas las maneras, desde la educación, empresas, salud y hasta los especuladores. Sin embargo, los ánimos de “libertad” solamente ocasionaron que los tejidos anteriormente mencionados se dañaran prácticamente de manera irreversible.
Los analistas insisten en que el gobierno de LLA deberá tomar medidas populares o de lo contrario perder una gran masa de votantes, lo cual limitará su influencia en los próximos años. Un escenario que a priori no sería tan malo, pero que retomaría los ideales contrarios a los de Milei.
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