Este jueves 16/12 se realizó la segunda convocatoria pública contra el silencio, organizada esta vez de manera simultánea en dos de las ciudades más golpeadas por la masacre. El fentanilo contaminado y/o adulterado provocó la muerte de al menos 124 personas, además de un número aún indeterminado de pacientes afectados en todo el país.
Mucho antes de que las autoridades reconocieran la magnitud del desastre, fueron las propias familias quienes comenzaron a reconstruir los hechos, enfrentando el silencio institucional. “La cadena de control sanitaria falló de punta a punta. Cada omisión costó vidas”, denunciaron familiares ante la Comisión Investigadora del Congreso, sintetizando el reclamo que volvió a escucharse en las calles de La Plata y Rosario.
Otra familiar expresó durante la movilización: “Si no hubiéramos insistido, si no hubiéramos salido a hablar, esto se tapaba. Nadie nos llamó, nadie nos explicó qué había pasado con nuestros seres queridos”.
Rosario
124 asesinatos!
124 familias que reclaman justicia.
La impunidad de laboratorios que vendieron fentanilo contaminado que contaron con el encubrimiento del ministro de Salud Lugones.
El mayor crimen sanitario de nuestro país sigue impune pic.twitter.com/k4jG0O6ZZp— Franco Casasola (@frcasasola) December 16, 2025
Las movilizaciones en espejo contaron con el acompañamiento de referentes políticos de la izquierda que vienen acompañando el reclamo desde el inicio. El diputado provincial por la Provincia de Buenos Aires Christian Castillo impulsó una declaración de apoyo en la Legislatura y se sumó al reclamo.
Laboratorios, ganancias y responsabilidades
La causa judicial y el trabajo de la Comisión Investigadora fueron contundentes al señalar la responsabilidad de los laboratorios Ramallo y HLB Pharma, cuyos directivos violaron de manera sistemática las Buenas Prácticas de Fabricación, fraguaron registros y distribuyeron ampollas aun con pleno conocimiento de las irregularidades. Existían decenas de alertas previas y expedientes administrativos que nunca derivaron en una clausura definitiva .
“El problema no fue la falta de información: el problema es que se permitió que siguieran produciendo y vendiendo igual”, remarcó Castillo. “Cuando la salud se organiza para el lucro, las consecuencias se cuentan con muertes evitables”.
Congreso nacional. Castillo presentó informe sobre la masacre del fentanilo en Diputados
Congreso nacional. Castillo presentó informe sobre la masacre del fentanilo en Diputados
Las marchas también apuntaron contra la responsabilidad política del Estado, en particular de la ANMAT y del Ministerio de Salud de la Nación, que actuaron de forma tardía y reactiva. A pesar de inspecciones previas que detectaron irregularidades, no se frenó la producción ni se rastrearon los lotes contaminados hasta que las muertes ya se habían producido .
Este accionar se da en un contexto de ajuste y desregulación, con recortes presupuestarios, pérdida de personal técnico y debilitamiento deliberado de los organismos de control, lo que dejó al sistema sanitario aún más expuesto.
Las movilizaciones en La Plata y Rosario volvieron a mostrar que, como en otras masacres con responsabilidad estatal —Cromañón, Once, gatillo fácil—, fueron las familias quienes rompieron el cerco, impulsaron la investigación y colocaron en el centro la pregunta fundamental: quiénes se beneficiaron y quiénes deben responder por estas muertes evitables.
Desde La Izquierda Diario y junto a los diputados y diputadas del Frente de Izquierda, se viene denunciando este pacto criminal entre laboratorios, funcionarios y un sistema organizado al servicio del negocio de la salud.