Alejandro Lozano, un comerciante de Villa Pueyrredón, vivió una pesadilla cuando en el atardecer del lunes fue a buscar con su camioneta a su mujer a la casa de su cuñada en la localidad de Villa Sarmiento, en el partido de Morón, a metros del colegio Ward y cerca del Acceso Oeste.
Estacionó su Ford Kuga al costado del cordón cuando de pronto dos motos doblaron bruscamente en la esquina y se le pusieron a la par, apuntándolo uno de los tripulantes con un arma para que le entregara el vehículo.
Sin embargo, en ese momento, Alejandro tuvo una reacción impensada. “Cuando me di cuenta ya los tenía al lado mío. Abrí la puerta y los traté de empujar, algo que si lo veo por televisión pienso ¡qué loco que estoy! Lo que pasa es que te enceguecés en ese momento”, le admitió el paellero a Clarín desde la cama del hospital Posadas, donde pasa su segundo día internado.
Con Alejandro fuera de la camioneta, los dos motochorros de la segunda moto forcejearon con él y uno de ellos le disparó en la cadera. “No me di cuenta, pero en un momento me dio el tiro. Sentí que se me aflojaban las piernas y caí al piso”, describió.
Video
Motochorros balean a un hombre en un intento de robo en La Matanza
Además, recordó que en ese momento apareció en escena un Fiat Uno oscuro que estacionó a pocos metros. Era un policía de civil que había visto a los motochorros circulando por la zona de forma sospechosa y los siguió para evitar que cometieran algún ilícito.
“El policía se bajó y empezó a disparar. Ahí los dos que me tenían a mí salen corriendo y dejan abandonada la moto en la calle”, contó Alejandro sobre el momento clave en el que se salvó de recibir otra herida de bala de parte de los motochorros.
Los otros ladrones, en la primera moto, escaparon cuando escucharon la primera detonación del policía.
El agente de civil se acercó a Alejandro y dio aviso a la Policía Bonaerense para que se acercaran y pudieran trasladarlo a un hospital. “Fue un minuto y medio de terror, cuando me quise acordar ya estaba en el Posadas”, continuó el relato de la víctima.
Al escuchar los disparos, la mujer de Alejandro, junto a su cuñada y otros vecinos, poblaron la calle luego de vivirse un nuevo hecho de inseguridad en la zona Oeste del Conurbano.
“El tiro entró por la cintura del lado derecho y llegó a la cadera del lado izquierdo. Me pasó por todo el cuerpo y por suerte no me tocó nada vital”, continuó.
La mujer del comerciante tuvo que ir a declarar a la comisaría y en ese momento le informaron que la moto encontrada abandonada en la calle había estado involucrada en un ilícito previamente. Además, como identificaron a su dueño, el ladrón que la conducía, lo fueron a detener.
La cuadra quedó llena de policías para peritar y buscar evidencias para poder identificar a los otros motochorros, mientras Alejandro se recupera en la cama del Posadas pensando en volver lo antes posible a su negocio como maestro paellero.
ES