3, julio, 2025

El JP Morgan y los “campeones” corren a Caputo

“Comprá, no te lo pierdas, campeón”, sacó pecho el ministro de Economía, Luis Caputo, el martes por la noche en un evento en la Universidad Austral. Cerca del mediodía de ayer, a pocas horas de la corajeada oficial, el mercado, los fondos especulativos y los ahorristas le hicieron caso: compraron, salieron de los pesos, se posicionaron en dólares y la divisa escaló a su precio nominal más alto del año. Palabras más o menos, esos actores le hicieron una “mini” corrida a “Toto”. Casi una advertencia sobre la inconveniencia política de las declaraciones provocadoras en escenarios de incertidumbre. 

Como resultado de ello, la cotización llegó a tocar los 1255 pesos para cerrar en 1245 (10 pesos más que el día previo, 50 pesos más que el lunes), muy lejos del piso de la banda de flotación de 1000 pesos, y cada vez más cerca del techo de la misma, los tan temidos 1400 pesos. 

Así, el oficial minorista que se vendió en el Banco Nación quedó como el dólar más caro del mercado, con el Blue en 1240 y los financieros (MEP y CCL) rozando ese número. Todo, además, en un contexto en el que diferentes informes que circulan en la City aseguran que no existe un esquema de flotación del dólar real, sino que el Gobierno interviene vía el mercado de futuros y otras herramientas

Pasó el tren de la abundancia de divisas

Lo más serio del escenario es que el informe del banco JP Morgan en el que se critica la política cambiaria del Gobierno y que fue primicia de Página I12 -titulado “Tomarse un respiro” con Argentina-, no sólo hizo que la entidad levante en no más de 48 horas toda la plata que había hecho en el carry trade, sino que contagió al resto. Y ese resto incluye, además de fondos especulativos como PIMCO, a ahorristas individuales, que ya el mes previo se habían llevado más de 2000 millones de dólares de los bancos. Es decir, desde que el Javier Milei y Caputo empezaron a pedir que la gente suelte sus dólares del colchón, la gente y los grandes capitales salieron a aprovechar el precio de barata para comprar en grande. La otra pregunta que se abre en este contexto, además de hasta dónde llegará la presión cambiaria, es cómo el Gobierno conseguirá que algún inversor grande apueste al peso en licitaciones siguientes. 

Desde Hacienda, ante la consulta de Página I12, le echaron parte de la culpa de la alta demanda al efecto aguinaldo, pero no niegan que el ruido político de un año electoral ponga más presión a la divisa de acá a octubre. Un problema adicional, pero que parece central para explicar lo que pasa es la evolución de ingreso de dólares del agro. Según comunicó la cámara de exportadores CIARA-CEC, el sector liquidó en junio exportaciones de granos por más de 3700 millones de dólares, un 87 por ciento más que igual mes del año pasado, y un 21 por ciento más que en mayo. 

Esa inyección es la última fuerte del llamado “trimestre de oro” de ingreso de dólares de la cosecha gruesa. En esta primera parte del año, además, el Gobierno recibió los primeros 12 mil millones de dólares del FMI, y otro tanto de deuda de multilaterales y titulos. En ese escenario de una plaza inundada de divisas, Caputo nunca pudo lograr que el dólar confluya hacia el piso de la banda de flotación. “Por eso, hacia adelante es todo tensión”, arriesgó ante este diario un economista que sigue de cerca los vaivenes del mercado. 

No es una pipa, no es el 2017

En una especie de paralelismo con la obra de Magritte, que  en 1929 pintó una pipa con la frase “no es una pipa”, el Gobierno salió a negar -con sus argumentos- que el clima actual se parezca en algo al 2017, año en el que el Gobierno de Mauricio Macri entró en una crisis que terminó en 2018 yendo al FMI y en 2019 con una derrota electoral. Todo luego de haber ganado, de manera categórica, las elecciones de medio termino en el 17

Caputo armó un powerpoint, que mostró en el IAE, asegurando que las condiciones son diferentes porque hay superávit y más crecimiento, pero el mercado no parece ver lo mismo. Y además apunta que el dólar, en realidad, está intervenido y es el gran regulador del programa de Milei. “La estabilidad del dólar es la principal ancla del esquema de desinflación del gobierno. Sin embargo —y paradójicamente— las autoridades aún no han logrado construir un horizonte de mediano plazo para el tipo de cambio. Mientras el relato oficial describe un programa de fases minuciosamente diseñado, en el que “todo marcha de acuerdo al plan”, los episodios de inestabilidad, la necesidad de financiamiento extraordinario y los síntomas de insostenibilidad externa cuentan una historia diferente”, expresa un informe de la consultora C+P, comandada por Federico Pastrana y Pablo Moldovan

El trabajo agrega que, “finalmente, el BCRA intervino de forma sistemática en el mercado de dólar futuro, ofreciendo un seguro de cambio que incentivó estrategias de carry trade. Siempre que el precio del dólar se acercó a $1.200, el BCRA ofreció contratos a precios atractivos, que favorecían la venta de dólares para invertir en activos en pesos sin asumir riesgo cambiario”. 

Concluyen, en esa línea, que “según datos oficiales, entre abril y mayo la posición vendida del BCRA en los mercados de futuros aumentó en U$S1.571 millones. Nuestras estimaciones para junio podrían llevar este registro hasta los U$S1.900 millones. Se trata del mecanismo más directo con que cuenta el BCRA para generar oferta de dólares en el mercado, pero cuya utilización usualmente se ve limitada por los acuerdos con el FMI”. 

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