27, junio, 2025

Paolo Rocca y su cínica preocupación por la educación

Con fecha 26 de junio, la nota comienza con una definición tajante: el supuesto fracaso masivo de jóvenes que no pueden resolver una regla de tres simple en una prueba de ingreso laboral a Techint. A partir de ahí, construye una cadena de acusaciones que termina en la docencia, pasando por el “populismo” y la “facilidad” escolar. Todo sirve para atacar a la escuela pública sin jamás mencionar el ajuste brutal que atraviesa hace tiempo el sistema educativo, ni el vaciamiento sostenido por gobiernos de distinto signo político, ni la fuga de recursos al pago de una deuda ilegítima, ni la precarización de la vida que enfrentan las y los jóvenes y mucho menos en centrar en los niveles de pobreza e indigencia que padece la gran mayoría de la población.

La nota se apoya en las declaraciones que días atrás dio Paolo Rocca, ampliamente difundidas por los medios, en el marco de un evento pomposamente llamado “el Día de la Educación”. ¿Se conmemora allí a algún pedagogo, educador, prócer? No. El homenajeado es Roberto Rocca (padre del actual Rocca).

Desde el inicio se omite un dato elemental: Techint no es una víctima inocente del deterioro educativo, sino un actor más que beneficiado por todo el aparato estatal. Paolo Rocca es dueño de Techint y el segundo empresario más rico del país (según datos del año pasado). Armó su imperio haciendo negocios con el Estado, pero el salto fue con la dictadura. Sus fábricas dejaron 70 desaparecidos. Para comenzar no podemos más que denunciar que quiénes estuvieron implicados en la desaparición de trabajadores durante la última dictadura militar, no son justamente quienes puedan darnos cátedra de cómo se educa a las futuras generaciones.

Estas declaraciones de Paolo Rocca, van en consonancia con las realizadas por el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, recientemente en el canal de televisión del mismo diario, que denunció que la escuela no prepara para la mano de obra en sus fábricas, luego de exigir que se avance con una reforma laboral como se hizo en otros países de la región para precarizar aún más a la clase trabajadora.

Tanto Rapallinni como Rocca, volvieron sobre viejas declaraciones del gerente de Toyota en plena pandemia que decía: “No conseguimos jóvenes con secundario completo”, una fake news mientras estallaban las redes sociales de la juventud de Zárate y Campana mostrando como habían terminado el secundario y tenían otros títulos, pero las empresas no los tomaban.

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Entonces, ¿qué hay detrás de este lobby mediático?

Apoyados en referentes del ámbito de la educación, como Mariano Naradowski, vienen haciendo lobby para sentenciar que hay una crisis y que se necesitan reformas urgentes.

Todo esto lo hacen mientras se condena a jóvenes que supuestamente no saben dividir. Así como lo hacen en otras instancias, cuando dicen que no comprenden lo que leen.

No está muy claro si este es el eje de su preocupación, el de la educación y que 2+2 son 4, porque no se opusieron cuando el gobierno de Milei eliminó el Ministerio de Educación, el FONID y, porque callan ante los recortes a las universidades.

En lugar de analizar las causas estructurales de la supuesta crisis educativa, se prefiere apuntar contra las víctimas. Según el relato, la juventud que creció con notebooks “regaladas” no aprendió a dividir y por supuesto, no sabe de la cultura del “esfuerzo”. Utilizando las palabras exactas: “Los valores del mérito, la disciplina y el esfuerzo han sido desacreditados”.

Pero si de esfuerzo se trata, Paolo Rocca lleva décadas aprovechando beneficios fiscales, poniendo su gente en el Estado, precarizando el empleo y tercerizando funciones. ¿Cuántas pasantías se transforman en mano de obra gratuita? ¿A cuánto exprimen los cuerpos para sacar su enorme tajada que los deja bien posicionados en el ranking de Forbes?

Mientras los empresarios realizan estas declaraciones sobre la educación, la CGT se reúne con el gobierno en el “pacto de Mayo” junto a patronales y a pedido del FMI para avanzar con una reforma laboral en Argentina. Como contraparte, trabajadores despedidos de Industrias Secco, Georgalos, Transporte del Oeste, Hospital Posadas, Morvillo, FATE y Volkswagen se organizan contra esta prepotencia patronal.

El ataque a la docencia y los sindicatos: vieja receta del ajuste

Se ataca también a los sindicatos docentes, acusándolos de extorsionar al sistema. Pero son justamente las luchas docentes y muy a pesar de las principales direcciones sindicales, las que han defendido el derecho a la educación, el salario y los recursos.

La famosa “regla de tres simple” y quienes celebran el “día del educador”, además de aclarar que no tiene esa denominación sino que se llama “proporcionalidad”, tiene otra versión que sí se repite todos los días en este país. Si tres trabajadores pierden derechos, Techint gana tres veces más. Si diez mil jóvenes buscan un empleo precario, Paolo Rocca engorda su lugar en el ranking de Forbes. Y si el Estado ajusta educación y salud, el capital concentrado aplaude desde sus oficinas en Puerto Madero.

La “vara baja” que tanto le preocupa es el resultado de años de ajuste, precarización y mercantilización de la educación. Y en lugar de discutir cómo garantizar condiciones dignas de enseñanza y aprendizaje, propone como solución una escuela “alineada al mercado”. Es decir, una escuela al servicio de Techint y no de las necesidades del pueblo trabajador.

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